La agencia Havas Chicago tiene sus cuarteles generales en la concurrida Grand Avenue. En esta avenida pasan cada día miles y miles de personas. Razón de más para que el “peep show” recién estrenado por Havas Chicago en las ventanas de la planta baja de sus oficinas haya pasado de todo menos desapercibido.
El “peep show”, de look deliberadamente ochentero y aderezado con luces de neón, captura enseguida la atención de los transeúntes, cuyos ojos se quedan literalmente pegados como una lapa a la palabra “topless” que luce en todo su esplendor en esta singular instalación.
Las personas atraidas como un imán por la palabra “topless”, se atreven a mirar por el agujerito del peculiar “peep show” de Havas Chicago se topan, sin embargo, con algo que desde luego no se esperan.
Detrás del agujero no hay mujeres en “topless” sin maniquíes negros con contundentes cifras sobre el cáncer de mama pintadas sobre sus cuerpos de plástico:
Las campañas que sexualizan el cáncer de mama suelen ser habitualmente blanco de todo tipo de críticas, pero la original iniciativa de Havas Chicago neutraliza un mensaje a priori sexualizado con otro de carácter totalmente asexual.
Fuente: marketingdirecto.com
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