4 campañas de publicidad que alzan la voz para ayudar a siria

BTL Solutions de Venezuela Noticias 16 septiembre, 2015

Hay una gran película que termina de una forma extraordinaria: con honor. Hablo de Gladiator, y aunque es un guión cinematográfico, una frase, en cierta manera, ‘condicionó’ mi filosofía de vida para siempre: “Roma vale la vida de un hombre bueno, una vez lo creímos, creámoslo de nuevo.

Me pareció fascinante que el honor, la moral y los valores fueran tan respetados y honrados. Russell Crowe no es el único culpable de esa fiel creencia en valores, en la defensa de unos ideales, de una moral y una ética, incluso aunque traiga problemas. Veronica Guerin también lo es. Periodista que luchó contra las mafias de las drogas en Irlanda, y que por ser valiente y no arrodillarse ante las amenazas, la mataron. Fue entonces cuando la sociedad irlandesa reaccionó. Se cambiaron las leyes y se tomó en serio la persecución a los narcotraficantes. Tuvo que morir, pero Irlanda también valía la vida de una mujer buena. Ella era una soldado de Irlanda, y la honraron.

Sin embargo, encuentrar como muchos otros, ver como perteneces a un mundo en el que la vida de miles de hombres, mujeres y niños buenos no valen nada. Desde luego, no lo suficiente para hacer algo por el bien, por la moral, por los valores para comportarnos como seres humanos iguales entre nosotros. Y ves que Europa y el mundo que se hace llamar civilizado no hacen nada. Nada, excepto hacer de capataces del cortijo en el que se ha convertido nuestro mundo. No sólo eso, además es hipócrita, después de miles de niños, de padres y madres muertos, un objetivo capta una foto del cadaver de un niño de tres años en la orilla de una playa occidental y conmueve al mundo.

Aún así no respondemos. Reuniones de la UE, ministros de exteriores, presidentes, etc. Naciones Unidas sigue siendo un cero a la izquierda y un mero títere de los cinco vetos. La Unión Europea vuelve a demostrar que lo único que tiene de unión es el nombre, que las “medidas” que promueven entre aplazamiento y aplazamiento son tiritas para una herida cuya hemorragia nadie se atreve a tocar. La guerra en Siria y no el “Dorado Europeo” es la causa. Normal que el mal siga triunfando, no hay hombres buenos que hagan frente a nada. No hay hobbits, no hay Harry Potters, no hay Chris Pratt terminator de devoradores de hombres más propios de otros tiempos. No hay Vengadores, ni 4 Fantásticos, ni Avatares.

Ya no vale el silencio. Hay que alzar la voz, porque nadie lo hará por ellos. ¿Por qué se moviliza más la gente por el Toro de la Vega que por los cientos de miles de muertos? ¡Cómo unos animalistas por un toro pueden hacer más ruido que 250.000 muertos! Hacemos cosas atroces a los animales, pero aún más salvajes a miles de seres humanos. Y no nos confundamos, mirar para otro no nos hace inocentes, sino cómplices de tragedias que unidos podríamos haber evitado.

Seguiré buscando ser un soldado de Roma. A mi manera, pero un buen romano. Al fin y al cabo, esta es una guerra que no se lucha con armas, sino como otra gran frase de película dejaba claro, con el poder de la voz que lo inunda todo.

Los disparos de alrededor nos impiden oír bien. Pero la voz humana es diferente de otros sonidos, puede hacerse oír por encima de ruidos que lo inundan todo, aunque no esté gritando, aunque sea un susurro. Hasta el murmullo más leve silenciaría a un ejército cuando dice la verdad.

Fuente: socialunderground.co