Este Diccionario de la lengua publicitaria lo creó un señor que se autodenomina “Feo” que escribe en Roastbrief, pero servidora no podía quedarse sin ampliar lo que pone en las imágenes.

Director Creativo: “ego. Dícese de aquel individuo que busca repetidas veces su nombre en Google“. Suele poner siempre pegas excepto cuando él cree que se le ha ocurrido la idea que, entonces, tendrá que salir sí o sí aunque no tenga nada que ver con el objetivo final. Le encanta subir a recoger premios de trabajos en los que no ha hecho ni el huevo.

Ejecutivo de Cuentas: “fwd. Entre los publicistas, persona encargada de reenviar correos y contestar al teléfono”. Habla en un lenguaje raro y el gris es su color favorito. Si tanto le gusta darle la razón al cliente, que se vaya a trabajar con ellos, ¡copón!Sonríe de verdad una vez al año, el resto es postureo.

Director de Arte: “cmyk. Antigio oficio de criticar todo lo que se ve. // Cítese la frase: ‘yo lo hubiera hecho mejor’ “. Enganchado a Pinterest e Instagram que no sabe hilar más de dos palabras en una frase. Cualquier cosa que tenga en su vida ha de ser handmade, hecha por un artista independiente, perteneciente a una serie ilimitada o que esté customizada por sí mismo. Sí, hasta hasta el cubo de la basura tiene su toque.

Redactor: “doc. Se dice de los individuos que agradecen la existencia del autocorrector de Word”. Fan incansable de los juegos de palabras que en ocasiones sólo le hacen gracia a sus semejantes. Incapaz de comunicarse por escrito con alguien como una persona normal, siempre tiene que añadir su puntillita.

Diseñador Gráfico: “coffee. Persona con capacidad alta para revisar incansablemente si ya depositaron.” Perfeccionistas empedernidos que nunca darán un trabajo por terminado, sólo lo dejarán porque hay que ponerse con otro. Grandes sufridores de ladiógenes del diseño.

Community Manager: “selfie. Acción y efecto de manter informado al mundo sobre el alimento que consume a diario.” Necesita likes como el comer y las interacciones son su droga más dura. Tiene smartphones en lugar de manos y sólo levanta la vista de la pantalla un minuto por cada 3 horas.

Practicante: “yolo. Mamífero joven con pocas probabilidades de sobrevivir.” Seres ingenuos que siguen creyendo aquello de “ahora no podemos pero en un futuro te contrataremos”. Viven a base del aire o gracias a lo que sus padres pueden pagar. Su valoración no se corresponde con su nivel de trabajo.

Fuente:  Comunikndo.com